Nuestra historia es reciente, pero nuestra forma de entender la cocina viene de mucho más atrás. Desde que abrimos hace dos años, nos hemos dedicado a recuperar el valor de lo sencillo: la cocina de verdad, hecha con paciencia, con respeto al producto y con ese toque personal que convierte un plato en un recuerdo.
En este camino, uno de nuestros momentos más especiales llegó en 2025, cuando participamos en Alcorcón Cultura Gastronómica y obtuvimos el premio gracias a nuestros torreznos caseros con salsa chimichurri. Ese reconocimiento confirma lo que defendemos cada día: que un plato bien hecho, preparado con cariño y con una idea clara detrás, puede emocionar.
Nuestro espacio está pensado para aquel que disfruta del sabor sin prisas, que valora la calidad y la autenticidad. Trabajamos con una carta que refleja esa esencia y que evoluciona sin perder sus raíces. A lo largo de la semana ofrecemos diferentes propuestas pensadas para quienes nos visitan a mediodía, siempre con la misma filosofía de cocina honesta y bien hecha. Y aunque la carta es el pilar de nuestra cocina, los fines de semana dejamos que la creatividad y el producto fresco marquen el ritmo. Por eso contamos con sugerencias especiales que cambian según el mercado: desde unas sardinas a la plancha que saben a tradición, hasta un carpaccio de wagyu que aporta frescura y sofisticación sin renunciar a la sencillez del buen producto.
Somos el lugar donde se cocina con calma, se come con gusto y se disfruta con intención.
Si te apasiona el sabor sincero de una buena mesa, bienvenido: aquí estás entre los tuyos.

